Alemania restringirá fiestas, reuniones o actos públicos también entre vacunados, ante la perspectiva de que la variante Ómicron será la dominante en el país en cuestión de semanas y de que ante ésta solo ofrece “cierta protección” la dosis de refresco de la vacuna.
Las restricciones vigentes -orientadas a los no vacunados- se mantendrán en su nivel actual para el próximo fin de semana de Navidad. Pero a más tardar el 28 de diciembre habrá límites estrictos a las reuniones, los grandes acontecimientos -como el fútbol-, serán sin público y cerrarán las discotecas, clubes y salas de baile.
Es “cuestión de semanas” que Alemania quede bajo el dominio de Ómicron, tal como ocurre ya en el Reino Unido o Dinamarca, advirtió el canciller, Olaf Scholz, tras la reunión mantenida hoy con los líderes de los poderes regionales -los “Länder” o estados federados-.
Ante esa perspectiva, y mientras los expertos de referencia del país apremian a acelerar la campaña de la vacuna de refuerzo, toda reunión quedará limitada a un máximo de diez personas -aunque sin contar los menores de catorce años-.
No habrá fútbol ni eventos culturales con público, no se podrá bailar ni habrá grandes fiestas entre personas inmunizadas en cualquiera de sus categorías -personas con la pauta completa, la booster o sanadas-, ni siquiera presentando además un test negativo.