Mientras los militares están siendo asesinados por miembros de grupos pandilleriles, las máximas autoridades de la Fuerza Armada (FAES) demuestran su desinterés y emiten un comunicado frívolo en el que la única solución que dan es activar un número de emergencia.
Al parecer la FAES desconoce que los pandilleros atacan a los militares mientras estos se encuentran de licencia y se disponen a hacer actividades recreativas o familiares al momento en que sorpresivamente y sin mediar palabras son atacados con armas de fuego o cortopunzantes.
Si bien en el comunicado expresan que los militares deben reforzar sus medidas de seguridad, no entren en detalles y solo se limitan a expresar su «lamento» ante estos asesinatos.