El Salvador y Estados Unidos avanzan hacia un nuevo Acuerdo de Comercio Recíproco que busca ampliar los beneficios económicos para el país, reforzando la relación establecida desde la entrada en vigor del CAFTA-DR en 2006. El marco pactado abre la puerta a una relación comercial más dinámica, con reglas claras y condiciones que favorecen la competitividad salvadoreña.
Como parte del entendimiento, Estados Unidos reducirá aranceles a exportaciones salvadoreñas que no se producen en su territorio, además de mantener ventajas para textiles y confecciones bajo el CAFTA-DR. Esto permitirá a productores y empresas locales acceder a un mercado más amplio con menores costos, impulsando la generación de empleo y nuevas oportunidades de inversión.
El Salvador, por su parte, adoptará medidas que faciliten el comercio y fortalezcan la transparencia regulatoria, promoviendo un entorno más atractivo para inversionistas. También reafirma sus compromisos laborales y ambientales, incorporando estándares internacionales que generan confianza y estabilidad para los socios comerciales y los exportadores del país.
Ambas naciones trabajarán en las próximas semanas para ultimar la firma del Acuerdo, que contempla además cooperación en seguridad económica, cadenas de suministro, comercio digital y combate al tráfico ilegal de productos. Una vez en vigor, este marco renovado promete consolidar a El Salvador como un aliado estratégico y un destino confiable para el comercio y la inversión regional.






