El Instituto Starkey en coordinación con el Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS) continúa brindado capacitaciones al personal sanitario, con el fin de que problemas auditivos sean detectados en recién nacidos. El cuerpo de enfermería ahora podrá manipular nueva tecnología que le permitirá evaluar de manera integral y oportuna a los bebés.
Primeramente, se trata de una prueba fisiológica y la de potenciales evocados, esta última, consiste en colocar pequeños electrodos en la cabeza del recién nacido y medir cómo responde el nervio auditivo a una serie de sonidos, lo que permite detectar problemas de audición y garantiza un adecuado desarrollo.
Los estudios internacionales han determinado que si a un bebé con nula o poca audición se le coloca un audífono antes de los 6 meses, tiene alta probabilidades de desarrollar el habla y el lenguaje al mismo ritmo que un niño que presenta parámetros normales en su oído.