El Presidente Nayib Bukele denunció que por años miles de homicidios fueron ocultados como desapariciones en El Salvador. Según explicó, tanto las pandillas como el propio Estado maquillaron las cifras enterrando cuerpos en fosas clandestinas, creando así una masacre sistemática que permaneció oculta a la par de la violencia visible.
El Mandatario señaló que, mientras hoy el país registra menos de 100 desaparecidos al año —cuando antes eran más de 1,500—, ya no queda duda de que los asesinatos cometidos por las pandillas en años pasados fueron mucho más numerosos de lo que se creía. “Ahora viene el reto de encontrar todos esos cuerpos”, afirmó, dando inicio a una nueva etapa en la búsqueda de víctimas.
Ningún gobierno anterior emprendió acciones reales para encontrar a las víctimas o esclarecer estos crímenes. Durante años, estos hechos fueron utilizados como herramientas políticas, sin que se garantizara reparación o justicia para las familias afectadas.