Los últimos seis meses del último gobierno del FMLN, El Salvador seguía sumergido en un mar de violencia. Los primeros 18 días del primer mes del 2019, 9 agentes de la policía ya habían perdido la vida a manos de los terroristas.
A las 08:14 horas de ese 18 de enero, el periódico El Diario de Hoy publicaba «2 policías acribillados en ataque a patrulla en San Miguel: suman 4 muertos en las últimas horas«, revelando que la guerra entre las pandillas ya no sólo involucraba a los criminales, ni afectaba a la población, sino a las fuerzas de seguridad del país, sin posibilidad de defenderse.
«Una patrulla policial fue atacada en la carretera Panamericana en la jurisdicción del cantón Anchico del municipio de San Miguel y dos agentes fueron asesinados, confirmó la Policía Nacional Civil (PNC) aproximadamente a las 11:30 de la mañana. ‘Situacion en desarrollo. Se ampliará informacion en breve’, dijo la institución. El conductor de la patrulla fue trasladado herido de gravedad a un centro asistencial», citaba el medio de comunicación en dicha nota.
Tras la apertura del FMLN a la tregua entre pandillas, con apoyo de la OEA, la escalada de violencia alcanzó niveles nunca antes vistos, ni en doce años del conflicto armado, dejando miles de familias llenas de luto y dolor.