Costa Rica cerró el 2023 como el año más violento de su historia, al registrar 907 asesinatos, con una tasa de 17,2 homicidios por cada 100,000 habitantes, de acuerdo a las autoridades del país.
Los recientes datos indican un incremento del 38,6 % en comparación a 2022, año en el que la tasa de homicidios marcaba 12,5 por cada 100,000 habitantes.
Estas cifras de homicidios se atribuyen a la violencia criminal causada por las bandas de narcotráfico, atribuyendo la mayoría de estas muertes a disputas territoriales por el mercado de la droga.