15 testimonios no fueron suficientes para que la Cámara Primera de lo Penal acusara formalmente a Jaime Escalante, Magistrado del sistema de justicia de El Salvador.
Las pruebas son de personas que observaron el momento en que Escalante tocó a la niña, dándole aviso a la madre. Al llegar al lugar encaró al Magistrado, quien, al verse descubierto, abandonó el lugar dejando su carro.
Los hechos ocurrieron cercanos al lugar de residencia de la niña de 10 años. Pese a las suficientes pruebas en contra, el caso del Magistrado fue enviado a «cualquier» otro Juzgado de Paz, ya que la Cámara se declaró «incompetente» en el caso.