Resolución del TSE en el ojo del huracán

Por Redacción UH

La encrucijada en la que se encuentra el Tribunal Supremo Electoral hoy más que nunca está más latente, debido a la orden girada hacia los magistrados por parte de los partidos políticos de hacer valer la orden de la Sala de lo Constitucional de cancelar al partido político Cambio Democrático (CD).

Pero la polémica se da, ya que dicha orden fue girada fuera de tiempo debido a que esta tuvo su génesis en el año 2015 y según la ley, la Sala tenía 15 días hábiles para pronunciarse sobre una resolución emitida en aquel entonces por el mismo TSE, donde manifestaba que el CD no podía ser cancelado, al haber obtenido alcaldías.

Ante ello, el líder de Nuevas Ideas, Nayib Bukele, quien se ha afiliado al CD para participar en las Elecciones Presidenciales 2019 en una alianza estratégica, ha acudido a una notoria instancia internacional como la Organización de Estados Americanos (OEA), para exponer la situación en El Salvador, donde los partidos tradicionales quieren bloquear la pluralidad en la participación política.

Dicha visita rindió frutos, en el sentido que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, hizo el llamado al TSE a permitir la pluralidad participativa.

Pero también, otra instancia que se ha mostrado a favor de la no cancelación del CD, es la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), por lo cual la titular de dicha entidad, Raquel Caballero de Guevara, solicitó a la Sala, el porque ordenó la cancelación de Cambio Democrático cuando los tiempos ya no lo permitían.

Otro de los que tampoco se quedó atrás, fue el secretario general nacional de Nuevas Ideas, Federico Anliker, quien presentó en la Corte Suprema de Justicia un amparo, para que el TSE declare a su partido oficialmente constituido, para iniciar con las disposiciones electorales para los próximos comicios.

Los argumentos pesan en contra del TSE, pero al parecer puede más la voluntad de los partidos políticos que en nombre de la institucionalidad, quieren hacer caso omiso a instituciones como la OEA y PDDH, para no permitir la participación de Nayib Bukele en las presidenciales del próximo año.