Ocho rinocerontes murieron presuntamente envenados en uno de los parques nacionales en Kenia, a poco más de una semana después de que los animales habían sido trasladados. Una investigación preliminar sobre el incidente, mostró que murieron envenenados con sal en su nuevo entorno.
Se cree que mover a los rinocerontes desde un ambiente de agua dulce a uno nuevo con agua salada, es parte de los desafíos de reubicar a los animales.
Por su parte Mulie Muia, directora de comunicaciones del Ministerio de Turismo, expresó que: «Este tipo de tasa de mortalidad no tiene precedentes», y agregó que ha comenzado la investigación post mortem sobre el incidente.
Como «una gran tragedia de conservación» calificó la muerte de los rinocerontes el Wild life Direct y exhortó al gobierno a ser transparente y adoptar las mejores prácticas al trasladar animales.
