Por Redacción UH

ARENA tiene un largo y empinado camino si desea arrebatarle la comuna a Nayib Bukele. La encuesta de LPG Datos publicada este fin de semana es demoledora: 7 de cada 10 capitalinos aprueba el trabajo del actual alcalde al frente de la alcaldía de San Salvador. De esos, cuatro lo aprueba mucho. Es decir, están convencidos de que la gestión de Bukele lleva el rumbo correcto.

Desde su gestión en Nuevo Cuscatlán, Bukele entendió que los salvadoreños esperan más de una alcaldía, que ya no basta recoger la basura tres días a la semana con puntualidad, arreglar arriates y hacer unas buenas fiestas patronales. Pero que tampoco quieren ser engañados con proyectos que no se cumplen.

Por eso, iniciativas como «Una Obra por Día», la modernización de toda la iluminación de la capital -incluyendo barrios y comunidades que por años habían estado sumidas en la oscuridad-, el rescate del Centro Histórico, un proyecto que desalentó a cualquiera de las anteriores gestiones o que lo quisieron resolver a garrotazo limpio, están haciendo creer nuevamente a los capitalinos que una nueva San Salvador es posible.

Los dirigentes de ARENA aún no han entendido el mensaje. No es confrontando que se obtienen resultados, sino proponiendo y construyendo. Lo primero que debe de hacer el partido de derecha, si quiere tener una oportunidad de remontar esa enorme desventaja, es entender que los únicos que faltan por cambiar de mentalidad son ellos, porque los capitalinos ya lo hicieron. Ya creen que un centro histórico limpio y ordenado es posible, que atraer nuevas inversiones es posible, que desarrollar una apuesta cultural es posible, que dejar la corrupción de lado es posible.

Aunque falta que sea oficializado, todo apunta a que el diputado Ernesto Muyshondt será el escogido para dar la batalla de Bukele. Desde ahí, parece que la batalla está perdida para ARENA. Los salvadoreños ya no quieren onzas de lealtad hacia las cúpulas partidarias, hacia las ideologías del pasado, hacia los financistas. Los salvadoreños queremos no cien, ni mil libras, sino toneladas de inteligencia para resolver los graves problemas de este país: el exceso de violencia y la falta de empleo.

ARENA ha escogido el camino de la confrontación. Y su carta es su guerrero más fiel. No en vano, en agosto del año pasado, Muyshondt fue identificado como el principal “líder negativo” de ese partido, en una encuesta siempre de LPG Datos.