Los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) exigieron recientemente que el expresidente salvadoreño señalado por corrupción, Mauricio Funes, sea extraditado desde Nicaragua a El Salvador para enfrentar la justicia, desvirtuando que éste sea un perseguido político.
Funes, quien es protegido por su partido, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y por el mismo presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, no pierde cualquier oportunidad para excusarse, asegurando que es un perseguido político y que no ha cometido los delitos que Fiscalía le imputa.
Sin embargo para la CSJ, Funes debe enfrentar la justicia en su país y comprobar con el debido proceso que es inocente, por lo que solicita a Nicaragua que repatrie al exmandatario.
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No solo Funes debe ser extraditado por robar, presuntamente, $351 millones de los fondos del tesoro público salvadoreño, beneficiar con dádivas al exfiscal. Luis Martínez. para evitar investigaciones en su contra o esquivar al fisco, sino también dos de sus hijos y su compañera de vida.
La extradición del expresidente se ha vuelto compleja, el gobierno de Nicaragua no se limita a protegerlo, y se escuda bajo la bandera de que sus delitos son comunes.
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